La corta carrera de Tirone José González Orama, Canserbero, fue suficiente para que su nombre se grabara en la memoria musical de la contra cultura latinoamericana. Su obra, que goza de una vigencia tenaz, tiende un preciado puente a una cultura venezolana más bien desconocida; una que se resiste a ser leída a través de prejuicios políticos planos y estereotipos estáticos.