En mitad del siglo XIX surge con inusitado escándalo la figura del novelista moderno. El acontecimiento tiene un responsable, Gustave Flaubert; el hijo de un respetado médico de provincia. Ese mismo año, Charles Baudelaire publica los pérfidos poemas que conforman Las flores del mal, otro título imprescindible de las letras occidentales (ambas obras fueron sometidas a procesos judiciales).