Nos enseñaron a odiar, negar e invisibilizar nuestra tercera sangre. Aquella que nos enseñó a bailar, a reír y a contactarnos con la tierra. Que entre cadenas fue traída contra su voluntad, construyó esta ciudad y estos pueblos.
Nos enseñaron a odiar, negar e invisibilizar nuestra tercera sangre. Aquella que nos enseñó a bailar, a reír y a contactarnos con la tierra. Que entre cadenas fue traída contra su voluntad, construyó esta ciudad y estos pueblos.