El espacio abierto del espejo electrónico se convierte en el lugar de asidero de la voz poética. Cuando se pasa de un lugar para estar en otro, cuando la sensación de estabilidad la abandona, cuando en el contexto del capitalismo global que permite la movilidad de los cuerpos desde el lugar virtual, el cuerpo se construye en plural como este trabajo visual y poético de las autoras y la vivencia encarnada lo transforma junto a las imágenes en un modo de estar en este lugar para buscar la promesa de la casa, del lugar desde donde hablar,