En bicicleta y en bus, el poeta y escritor recorrió el sur distribuyendo su nueva novela, Pasta Láser. “Salí en Copa América y volví en olimpiadas”, escribe en esta crónica donde narra amistades, aventuras de carretera, y se refiere a su registro fotográfico sobre las animitas de Chiloé, que pretende convertir en libro. “Es un catálogo de la muerte”, anota.
El planeta de los hombres
cuando Namecuseí explotó /por culpa de Friser /que mató a todos los picoro /de ese planeta /los picoro chico /pobres /pura gente buena /pero verde /y hombres /porque los namecuseí /eran hombres /que se reproducían /vomitando
¿Estamos muy lejos de La Pintana?
Porque a pesar de que viaje constantemente, pareciera que el Juan siempre tiene un pasaje guardado de vuelta a La Pintana. Donde hay “balnearios populares como las piscinas en las veredas”, donde “en la calle José Santos González Vera todo es tan claro”.
Un incendio forestal en el barrio alto de la narrativa chilena: «Budnik» de Juan Carreño
Podríamos decir que todo Budnik se rebela contra esta práctica que capitaliza la realidad, como si operase con objetos desechables. Ante ello, la estrategia es tajante: la autoexpropiación como estética y consigna, como una ética a contramano de la enajenación y el individualismo, como amorosa entrega a lo colectivo.
Ir a la trinchera
Ir a La Trinchera juega con imaginarios como puntas de lanza de un sarcasmo que se enfrenta, ante todo y todos, al ritmo irreductible de nuestra realidad, de nuestra ciudad. No de cualquier ciudad, sino de ésta ciudad, ajena, despreciable, irrepetible, nuestra en su enajenación