Más allá de los cadalsos y las idolatrías que marcaron algunas de las expresiones menos audaces -y más comunes- desarrolladas durante las primeras horas de la reyerta digital, lo cierto es que existía un punto sensible que pronto se reveló irreconciliable.
Para quien lo mira por TV
Maradona era “la única posibilidad de épica, la de la unidad total”: todes estamos conmovides y nos gusta un poco, incluso pelear por eso, porque existimos, nos hace existir en común y a pesar de cualquier distancia. Como dijo Edmundo, a todes se nos murió el Diego y nos pasó el tiempo, como a mi papá que me cuenta ese detalle del funeral de Evita, que sólo puede conocer quien estuvo ahí.