De alguna forma, las huellas de Pinochet nos seguirían penando, porque la dictadura, entendida como violencia fundacional, no fue simplemente un régimen de gobierno sino que sobre todo un fenómeno cultural de masas. Su prolongación inaudita obedece a que lo que allí se tramaba era algo más que una “restauración del orden público”.
Bajo el peso de la noche II. Chile, dos escenas fluviales sobre ciudad, civilización y memoria. Primera escena: El Bío Bío.
La civilización es la forma moderna, «secularizada» o «ilustrada», de la evangelización. La espada y la cruz; la espada y la instrucción. Evangelización y civilización son procesos coloniales de asimilación forzada ―detrás estuvo siempre el poder de las armas― y aculturación que, en el caso del Wallmapu y sus habitantes, han atravesado las constelaciones históricas de la invasión imperial española y la ocupación estatal−nacional chilena.