Una pedagogía que pregunte y cuestione sobre la falta que nos hace el contacto, más allá de la melancolía del extrañar, sino centrada en el reconocimiento del rol central que tiene el cuerpo, la piel y los afectos en cualquier aprendizaje.
valeria flores: “Pienso lesbiana no tanto como una identidad sexual sino como un espacio epistemológico y de producción teórica”
Muchas prácticas subversivas tienen un nivel de opacidad, de ambigüedad o de contradicción que son más inasibles para ese código que necesita encajarlas en un marco de reconocimiento de la subversividad. Mi apuesta escritural es esa, tal vez sea la opacidad bajo las leyes compulsivas de la transparencia.