Un avión trastabillando/ Lima, Callao
Una migraña
Un estómago con murciélagos
Un largo y acompasado temblor de tierra
Tierra caliente en el centro del enumerado invierno
Hambre y vómito será tu día
BOCETOS DE PERRO Y CUATRO POEMAS MÁS
El planeta de los hombres
cuando Namecuseí explotó /por culpa de Friser /que mató a todos los picoro /de ese planeta /los picoro chico /pobres /pura gente buena /pero verde /y hombres /porque los namecuseí /eran hombres /que se reproducían /vomitando
MÉTODO ANTIPARASITARIO
Wolverine fracasa / golpea con las palmas abiertas / el suelo /no saca las garras / llora con desgarros y tos /se hinca en el bosque húmedo/
gruñe / mira el suelo
La fragilidad de la parábola (prólogo a la antología de José Watanabe)
A la manera de su autor –que tenía una forma natural de no ser expansivo–, los poemas acá presentados se mantienen en un radio lejano de la queja o la jactancia, donde no hay alardes. Aunque quizá no tenga sentido explicar el por qué un poeta escribe como lo hace, Watanabe vinculaba este carácter de su poesía a la “imperturbable serenidad” que había heredado de padre y madre.
Presentación de Nanai, poemario de Catalina Espinoza
Resentidas porque resentimos. Resentidas porque es la palabra que existe para describir este sentir, resintiendo una eventual lucha de clases, disfrutando los pequeños chispazos de ese sueño, que promete esta revuelta y las anteriores.