Estos poemas, parten de inquietudes que son más viejas que el hilo negro. […] Lo máximo a lo que podrían aspirar es a ser constataciones de algo. Entiendo que hay gente que piensa que la poesía tiene que salvar a la humanidad del fascismo, pero para mí eso se ve tan lamentable como Pinky y Cerebro queriendo conquistar el mundo desde su jaula de ratones de laboratorio.
La cultura no se consume, se produce.
Se trata de una instancia donde los artistas y los espectadores forman un todo, que se propone romper con los parámetros establecidos por la economía de libre mercado y la política gubernamental en torno a la cultura y las artes.