La marcha es, sin duda, un pequeño logro: cada vez será más difícil negar la violencia de género; el que la ejerza será sancionado socialmente, una semillita por ahí podrá germinar. Sin embargo, ¿es esto suficiente?
La marcha es, sin duda, un pequeño logro: cada vez será más difícil negar la violencia de género; el que la ejerza será sancionado socialmente, una semillita por ahí podrá germinar. Sin embargo, ¿es esto suficiente?