Dura apenas 10 minutos y aún hoy, 55 años después, esos 10 minutos te sumergen en un tiempo histórico imponente y conmovedor, electrificado por la descarga de los siglos en la vieja lucha de los oprimidos por dejar de serlo. Su vigencia reside en su capacidad de articular un discurso crítico y radical sin adoptar un rol aleccionador ante el espectador.
Las películas que vio Violética
¿Por qué es (o podría llegar a ser) interesante analizar el rol del espectador a partir de una creadora como Violeta Parra? A mi juicio, porque entre espectador y creador no hay un límite sino más bien un tránsito –que consiste en abandonar la posición expectante para asumir el rol activo de la creación. El creador no es otra cosa que un receptor inconforme o entusiasmado que ha decidido meter las manos y poner el cuerpo.
La bendita tragedia de nacer artista en una favela
La vida de Espírito da Luz Soares –compositor musical de una escuela de samba de la zona norte de Río de Janeiro– cambia radicalmente el día en que, durante un ensayo, es simultáneamente “descubierto” por un músico de orquesta y un dizque agente musical. Ambos advierten, no sin asombro, la fluidez con que versos y melodías acuden a los labios del músico, así como el ingenio y sentimiento de las letras; la diferencia entre ellos es que mientras el primero muestra un genuino interés (nacido de la admiración), el segundo ve una oportunidad de beneficio económico.